viernes, 1 de julio de 2011

Duda



¿Cuánto durará?
Cuánto durará el resplandor de la luna,
Para mis ojos absortos que la observan;


¿Cuánto durará?
Diez, 15 segundos, un minuto más;
El latir del pecho
El despertar del alma
Y el correr del viento;

¿Cuánto durará cada sentimiento?
De esos que invaden y queman tu cuerpo
De esos que dominan a través  del tiempo
Llámese el amor, llámese el silencio;

Le pregunto a dios, a mi alma; cuerpo
Al destino cruel, al destino tierno
Si entre tantas cosas, a mi amada musa
Podré verla mañana,
Tierna e ilusa;

¿Cuánto durará?
La cruel impotencia
Del sufrir del mundo por algunos
Que con negligencia;
Avaricia cruel
Opacan la existencia,

¡Vida, amor, virtud, valor!
Que tan grandioso es el andar del hombre,
Que es capaz de reír
Y de juzgarse;

Tantas cosas que de esta vida ambivalente,
Forman parte de mi férrea fantasía,
De vivir, seguir, de ser valiente
Convertir en placer las agonías;

Que como hombres ávidos de algo más,
Nos cega del amor y la alegría;
Avaricia, desesperación, tristeza,
Por cosas que aparentan fiel belleza
Y no son más que falsas utopías,

Si hoy pudiera saber lo que le espera,
A mi tierra, a mi hogar, a mi armonía
Si mi juventud será tan solo estela
De un mañana mejor,
Melancolía;

Que siento al ver mi pueblo
Confuso, envuelto por palabras
Discursos de falsas ilusiones,
¡Que no tienen conciencia!

Aquellos hombres que rigen la existencia,
De hombres de lucha y de apariencia
Débil, pero que llevan
El valor de una raza,
Fina como el pasado de su tierra

Y a mí;
Y esta conciencia cruel, se clava aquí en mi pecho
Y me dice, ¡Grita!
Que no sabes que te espera este mañana,
Que no sabes aún, ¡no sabes nada!

Y aprender, de este mundo, tu morada
¡Es tu única meta aun no alcanzada!

¿Cuánto durará el quejar intenso?
La ambición de trascender,
El hambre inmenso,
Las ganas de crecer;
Mientras yo pienso,

Que da igual el tiempo,
Pues entiendo,
Que debo de esperar
Y de vivir;
Aquí en silencio.

Cristian Vázquez